Coronación de la Virgen María. En el acto de coronarla proclamamos “La realeza de Nuestra Señora”.
María empezó a ser reina en el momento mismo en que concibió por obra del Espíritu Santo a Jesucristo Rey y reafirmó su realeza por derecho de conquista, con su compasión al pie de la cruz de Jesús.
María es tenida e invocada como Reina y Señora de todo lo creado; una madre que engendró y le regaló al mundo “la redención”.
«María es colaboradora augusta del redentor»
¡Oh Salve Reina!